Un blog sin sentido

Como podéis ver, hay veces que me da por escribir y como quería ponerlo en algún sitio y no sabía donde al ver esto del blog me decidí a colgarlos, por eso que aquí los dejo. Espero que os gusten y si queréis dejar algún comentario.

viernes, 27 de junio de 2008

Al final... te encontraré


Voy vagando por un extenso desierto. Cada segundo, el calor hace mella en mi garganta que pide a gritos un trago de agua, pero aquí tan sólo hay arena. Algunas veces creo ver enormes manantiales que hacen brotar en mi corazón una mínima esperanza de supervivencia, pero cuando me acerco para saciar esta enorme ausencia, desaparecen de golpe.

Mi cabeza cada vez está más confusa y, a veces, me parece que estoy andando en círculos. Mis pies temblorosos, a penas pueden continuar con el abismal esfuerzo de sostener mi cuerpo. Mi cara languidece continuamente desgarrando de mi rostro una absurda sonrisa al pensar que desde los cielos tú me miras. Quizá seas el único apoyo que me da fuerzas para resistir el día a día, o quizá mis neuronas, bañadas en un mar de sufrimiento, buscan la felicidad en aquellos preciosos recuerdos... tú y yo, a solas, en la playa, sin nadie que mirara, saciando nuestros fogosos deseos, creyendo que cada amanecer era perfecto y cada anochecer una excusa para comernos a besos

Pero tan sólo son eso… sueños. Sigo sin encontrar mi rumbo y sin centrarme en la búsqueda de mi camino, quizá porque mi razón ya está muerta y yo sin ella no tengo sentido. Inexplicable buscar sentido a una vida, en la que cada segundo, sin poder olvidarte, muero por los besos que jamás podré darte.

La única vacuna para este sufrimiento es la creencia de que me esperas impaciente en la otra vida, porque si no… que alguien me explique si existe algún sentido en esperar agónicamente sin saber que se juntarán nuestros destinos.

domingo, 15 de junio de 2008

Al filo de la locura

Llevo tanto tiempo atormentándome por el recuerdo de tu pelo... y es así, que cada noche, preso de mis propios delirios, en los escasos minutos que consigo dormir vuelvo a soñar contigo.

No sé bien como definir ese estado de embriaguez que provocan tus ojos al clavarse en mi... por un instante, me siento capaz de sostener el sol con cualquiera de mis dedos, durante ese minúsculo instante, podría despegar los pies del suelo para robarle una estrella al cielo y regalártela, para que cada noche, en mi ausencia, pudiera consolarte.

Pero en escasos minutos vuelvo a la realidad, tu no me miras con esos ojos y yo... yo no tengo el valor necesario para provocarte ni el más mínimo sonrojo. Mis labios, sedientos de tu veneno, claman un grito al cielo al ver que cada día se sienten mas secos... tan secos, que parecen esqueletos condenados a seguir moribundos en un mundo de vivos en el que ellos se sienten muertos.

Y así, noche tras noche, agarrado al filo de la cordura, noto que una parte de mi se resbala por el precipicio de la locura.

lunes, 9 de junio de 2008


Estoy inmerso en un abismo fantasmal en el que sólo existe oscuridad y aunque veo miles de manos temblorosas que aparecen de la nada intentándome ayudar, por fin sé que ya no quiero huir más.

Abandono durante largas horas este mundo para sumergirme en un desierto dentro de los recuerdos de mi cabeza, en los que ya tan sólo quedan espejismos de lo que un día fue un indescriptible paraíso.

Cierro los ojos mientras mis manos palpan sin control las minúsculas teclas que teletransportan mi imaginación a una realidad que no entiende de sentimientos, tan sólo son millones de números mezclados en una codificación binaria... letras sin sentido.

Escribo sin pararme a pensar las ideas que pasan por mi cabeza antes de marcar cada sílaba, cada palabra... mientras mi cuerpo convulsiona sin saber exactamente lo que esta pasando, pero cuando por fin todo termina y leo lo que supuestamente mi ser inconsciente ha relatado, veo que todo recobra su sentido.

Ahora entiendo lo que realmente pasa por mi cabeza... podría ser indiferencia, o quizá incomprensión... incomprensión por no entender lo que pasa por tu cabeza para que actúes así... o incomprensión de mi mente por no saber porque así pienso... pero lo cierto es que, a veces, sigo pensado en ti.